El país, que hasta 2022 era una excepción en Asia Central por su relativa libertad de expresión y de información, pese a su economía inestable y un alto grado de corrupción en los poderes públicos, está experimentando un recrudecimiento de la presión sobre los medios.
Panorama mediático
Las autoridades siguen controlando los principales medios tradicionales e intentan ampliar su influencia sobre los medios privados. Aunque existe un cierto grado de pluralismo, con populares webs de información independientes, como Kaktus.media, Politklinika o Kloop.kg, y el periodismo de investigación y el periodismo de datos están cobrando impulso, la situación se ha tornado crítica recientemente para estos medios bajo presión. La radio y la televisión siguen siendo las principales fuentes de información para la población.
Contexto político
Kirguistán, con un contexto político muy inestable y polarizado, ha vivido tres revoluciones desde su independencia, en 1991. Algunos medios son utilizados por los políticos en beneficio de sus intereses personales y las autoridades restringen el acceso de los periodistas a la información pública. Cada vez más sitios web, como Kloop, están siendo bloqueados arbitrariamente. Los medios de comunicación y los periodistas están siendo registrados y perseguidos con acusaciones falsas, en particular los que publican investigaciones sobre los círculos del poder.
Marco legal
Desde hace unos años, las autoridades tienden a reforzar la censura y a aprobar leyes restrictivas para la libertad de prensa. El presidente Sadyr Japarov ha ratificado una ley para la protección contra “informaciones falsas” que atenta contra la Constitución y contra los tratados internacionales. Un proyecto de ley sobre los medios, que prevé, entre otras medidas, sanciones desproporcionadas y una ambigua disposición que los obliga a volver a registrarse como tales, amenaza con restringir aún más la libertad de prensa.
Contexto económico
El apoyo masivo del gobierno a las publicaciones progubernamentales sesga la competencia entre los medios. Las grandes empresas rehúsan a anunciarse en los medios independientes por la presión de las autoridades. Éstas han creado un estatus de "agente extranjero", similar al vigente en Rusia, que se aplicaría a los medios independientes que reciban parte de su financiación del exterior.
Contexto sociocultural
Teniendo en cuenta el elevado nivel de corrupción en el país, las investigaciones sobre este tema cobran especial valor y parecen ser objeto de un creciente interés público, aunque gran parte de la población no comparte las opiniones críticas e ideas democráticas que difunden los periodistas. Además, la propaganda gubernamental, que califica a los medios de comunicación independientes como "enemigos del pueblo" y "esclavos de Occidente", convence a gran parte de la sociedad.
Seguridad
Los medios independientes se enfrentan a una nueva oleada de presiones. El 16 de enero de 2024, en el transcurso de unas horas, la policía kirguís detuvo a 11 periodistas que trabajaban o habían trabajado para el canal de investigación dirigido por Bolot Temirov, expulsado ilegalmente de su país en 2022. Los reporteros también son condenados regularmente cuando critican a las autoridades, sobre todo por difamación, y los sitios web de información a veces son objeto de ciberataques si publican artículos acerca de la corrupción. Los periodistas de investigación son blanco de la violencia, así como los de la minoría uzbeka y los que cubrían las manifestaciones, antes de que se prohibieran, en marzo de 2022. Desde 2023, varios periodistas independientes se han visto obligados a abandonar Kirguistán por las presiones y amenazas de detenciones.